El IPC tiene objeto proceder a la medición continua (a lo largo del tiempo) de los niveles percibidos de corrupción. Por ese motivo, no se hace uso de fuentes que capturan percepciones de corrupción para un momento en particular. Estas últimas quedan inmediatamente excluidas. Sólo se trabaja con fuentes que, con cierta periodicidad, proceden a la recolección de datos en una multiplicidad de naciones.