La performance de Paraguay en esta fuente del IPC es, en el año 2016, la segunda más baja del total de recursos utilizados por TI para la medición de la percepción de la corrupción (23 puntos). En América Latina, solamente presentan valores por debajo de este umbral Venezuela (13), Bolivia (18) y Haití (20) . Éste es un dato que resulta particularmente llamativo/sorprendente porque Paraguay, en comparación al resto de los países mencionados, cuenta con un perfil macroeconómico que es frecuentemente reportado como business friendly (Taboada et al., 2013; Stratfor, 2015a, 2015b).
No dista el registro puntual de 2016 de la serie de datos descriptora de lo acontecido en el resto de los años que conforman el último quinquenio (2012-2016). En este lapso, el peor registro (19) es el del año 2013. Fue la única ocasión en la que, en este lustro, se quebró la barrera psicológica de los 20 puntos. Probablemente, los sucesos en torno al impeachment del Presidente Lugo puedan oficiar de variable explicativa para comprender tal retroceso. El sector empresario parece aún no detectar, en su entorno próximo, las ventajas derivadas de la batería de políticas anticorrupción encaradas por el actual gobierno. Como lo refleja el siguiente gráfico, el comportamiento paraguayo en este índice constituye una clara prioridad a la hora de definir cursos de acción para influir positivamente en el desempeño local en el IPC.
DESEMPEÑO DE PARAGUAY EN EOS EN ÚLTIMO LUSTRO
Fuente: Elaboración propia